jueves, 19 de diciembre de 2013

[Opinión] Lo que fácil llega, rápido se va

Durante esta ultima semana se ha "debatido" en IWETEL sobre el uso de dispositivos móviles en bibliotecas y sobre la necesidad de utilizar las redes sociales en estas. Antes de nada, y a modo de aclaración, decir que no soy bibliotecario, mi formación universitaria en biblioteconomía, información y documentación no me hace ser bibliotecario y mucho menos archivero (ya que esto es otro cantar), a pesar de que muchos se presentan en sus CV como bibliotecario, documentalista, archivero, gestor documental, etc... por el simple hecho de tener la carrera que aúna en una sola la formación en Ciencias de la Documentación, que es como decir que eres director de cine por el mero hecho de tener la carrera de comunicación audiovisual. Digo esto, porque como buen humano que creo que soy, puedo estar equivocado por mi desconocimiento, o no, en profundidad en un tema sobre bibliotecas, lo que no impide, claro está, que pueda opinar de todos modos, amen de equivocarme.

Tras la aclaración, decir que no estoy del todo convencido de que el uso de las "nuevas" tecnologías sea algo fundamental y provechoso en una biblioteca y mucho menos aún que se critique la falta de iniciativa de los bibliotecarios por no usar dispositivos móviles privados para fines profesionales, pues ya lo que faltaba...estar 8 horas trabajando y encima poner el material. Ya puestos, también podríamos llevar el ordenador portátil y así evitar esperar a que nos arreglen el PC de sobremesa cuando se estropee. En fin...

Como "nuevas" tecnologías me refiero, por aclararlo también, a un teléfono inteligente o smartphone (en adelante teléfono a secas, ya que visto lo visto parece que hay que aplicar el dicho de dime que teléfono llevas y te diré quien eres para ser respetado dentro de la profesión), tableta o redes sociales, dejando a un lado, pues queda patente por los hechos, los sistemas informáticos implantados en las bibliotecas desde hace años, y que no serian ya nuevas tecnologías, pero que han ayudado mucho a la labor bibliotecaria, pero seamos realistas en esto también, no la han mejorado cualitativamente en comparación con años atrás, sino que han facilitado únicamente la agilidad de uso y acceso al catalogo, es decir, mejoras muy superfluas. 

La biblioteca se configura como puerta de acceso a la información (de calidad por favor) y a la cultura, (o al menos así lo entiendo) las cuales no se potencian más con el uso de un teléfono y ni mucho menos con el uso de las redes sociales, las cuales son, al igual que el conocido programa Sálvame,  la forma más vulgar de comunicación y de escaso nivel cultural, ya que están para entretener a las masas y no para informar y mucho menos culturizar. Y por mucho que se pretenda magnificar sus cualidades de acceso rápido a la información que dicen tener las redes sociales, si atendemos a la cultura popular (más sabia si cabe que algún que otro "gurú" que conocemos de nuestros círculos profesionales) existe un refrán que dice: "Lo que fácil llega,  rápido se va", la reflexión os la dejo a vosotros.

Entonces, ¿para que intentar canalizar una comunicación vulgar con los usuarios a través de medios digitales si, por ejemplo, para adquirir un documento es necesario acudir después de forma física a la biblioteca? ¿que se gana con ello? ¿Presencia en las redes? (Algunas bibliotecas han ido más allá y ya realizan prestamos de documentos digitales, pero son muy pocas. USAL y Ayto. de Pozuelo de Alarcón por ejemplo)

¿Que pretende una biblioteca de, por ejemplo, Cádiz, con tener usuarios online de Pontevedra? Las bibliotecas deben dinamizar el entorno en el que se encuentran, son afines a la comunidad que la rodea y deberían estar enfocadas a informar y culturizar el barrio o municipio donde se ubiquen, y por el momento salirse de ese entorno es como pretender algo así como internacionalizar la biblioteca, mercantilizar los fines para la que se ha concebido, es decir, competir con el resto de bibliotecas por un prestigio o no se qué fin, que provoca la falta de atención en lo que realmente debe ser una biblioteca, ya que parece más importante tener actualizado el perfil de facebook que dinamizar el espacio físico de la biblioteca o procurar mejorar el catálogo.

El usuario que quiere usar la biblioteca sabe dónde está y sabe para qué sirve (al menos como la entendemos en la actualidad), no es necesario salir en la búsqueda de fieles, cual Testigo de Jehová. Bibliotecarios del mundo, dejen de promover la captación de usuarios digitales y ocúpense de los que en realidad usamos los servicios bibliotecarios, ocúpense de los niños que comienzan a leer promoviendo la lectura en grupo y en compañía de otros niños, ya que si se organizan clubes de lectura digitales, lo único que se conseguirá será tener jóvenes introvertidos y asociales. Lo que realmente se necesita para promover el uso de las bibliotecas, son políticas educativas de conocimiento y uso de éstas, tanto en la escuela como en el hogar, aunque visto lo visto, y a tenor de como evoluciona el sector y la sociedad actual, no se si sería mas efectivo y más rentable darles a los jóvenes un curso de programación, o por que no, uno de los cursitos que tanto abundan hoy en día y que son tan "provechosos"  como por ejemplo, el de descargas de aplicaciones inútiles para "bibliotecarios-documentalistas", o el de preparación de oposiciones, las cuales son casi inexistentes.

Me parece que las bibliotecas como las entendemos tienen los días contados, y los bibliotecarios al uso que conocemos están en vía de extinción, por mucho que les pese a algunos, el futuro digital no esta hecho para los bibliotecarios de hoy en día.



2 comentarios :

  1. Hola,

    Primero de todo decirte que me considero bibliotecaria y no soy fan de las redes sociales, smartphones y demás modernidades. Sí veo que hay una parte de la sociedad que lo es y que da mucho crédito a lo que le llega por esos medios. Las bibliotecas sí deben hacer uso de ellas para llegar hasta aquellas personas que desconocen que en su barrio o pueblo hay una biblioteca. Además sólo la asociacian a frikis o salas de estudio o donde van los niños a pasar la tarde. Las redes sociales les pueden hacer ver que hay otras cosas y que realmente les pueden ser útiles para su ocio, información o formación. Siguiendo la curiosidad virtual quizás acaben en la biblioteca física.
    Solo es mi opinión personal.

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